música ciudadana, pero su legado no es sólo su voz, sino también un libro de poesías, “Dos horas antes del alba”, que apareció en el año 1960. Mi intención de presentar al libro no es de crítico literario sino tratar de entregar al público la herencia poética de un cantor de tangos. Abro el libro con un presentimiento que confirmo en la primera página a modo de presentación, Palabras del autor, Sosa no se cree poeta y por eso se excusa escribiendo, “Dos horas antes del alba, no ha nacido para desafiar la crítica... pero puedo jurar, en cambio, que es un libro sincero". El cantor desafía y entiende que todo ser es un artista y nos regala un sentimiento en su voz que es el mismo al de su poesía, el poeta no se divide.
El primer poema,
A ti,
es el presagio de lo que serán los próximos,
Avanzando en el libro me llega el recuerdo
de aquellos textos de los grandes poetas del
tango, H.Manzi,
C. Flores, E. S.
Discépolo y otros, que marcan las
vivencias de un mundo de hombres marginados
que lucharon por su lugar físico y
existencial sin comprender más allá de sus
limitaciones, es
entonces que decido leer el libro
como un tango largo más, cantado por su
autor, lo digo, porque los 23 poemas que
contienen este libro me llevan a reflexionar
sobre la buena y mala poesía sin llegar a
ninguna conclusión.
En su poema, Error, que es análogo al texto de C. Flores que tan bien interpreta Julio Sosa en su Comparsita, "...el erótico error de mis padres/ me dio luz, yo me llamo Fracaso.../ es mentira que tengo otro nombre..." Y siempre la madre, el amor por la madre, dudoso amor, la madre sacrificada, la madona, la única que perdona, es parte del mundo marginado y en sus dos últimos poemas, Tres amores e Himno a la virgen María, el autor la recuerda; sus amores son, su madre, su perro y sus sueños, y dice, “Y te fuiste, Oh madre!, en silencio... sin quejas/ y me has dejado solo, aturdido y cobarde/ .../ donde aprendí a quererte ya demasiado tarde”. La mala conciencia persigue a Sosa, no ha atendido a su madre como es debido y sólo le causó infortunios. Trágico final de un libro donde nunca asoma la esperanza con su promisorio título; cuando su auto se estrella a dos horas del alba.
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