Lars Forsell
el poeta de todos

Hebert Abimorad



Las palabras de Horace Engdahl, secretario de la Academia Sueca, cuando la prensa le pidió su opinión ante el deceso de Lars Forsell, “Un creador que supo llegar a la elite y al pueblo, logrando que todos lo quieran”, sintetizan la realidad del escritor sueco capaz de escribir poesía vanguardista y textos para los cantantes populares como Lill-Babs.

Lars Forssell nació el 14 de enero de 1928 en Estocolmo y ocupaba el sillón número cuatro de la Academia Sueca, desde 1971, cuando lo sorprendió la muerte el 26 de julio de 2007, a sus 79 años. Desde muy joven viaja a Estados Unidos a estudiar donde reside dos años para más tarde regresar a Suecia y licenciarse en Filosofía y Letras en la universidad de Uppsala. Desde muy temprano escribe artículos y ensayos para los diferentes medios de comunicación y entra de lleno en los debates tanto literarios como políticos.

Lars Forssell fue un escritor polifacético que recorrió todos los géneros literarios, traducciones, teatro, poesía y ensayos. Muy conocidas son sus interpretaciones de canciones, especialmente del francés como, Snurra min jord (Gira tierra mía, 1958), textos políticos de Leo Ferré, Jacques Brel, Georges Brassens y Boris Vian, presentados en Suecia con éxito, de este último traduce al sueco la canción, El desertor, (1954), convertida en himno rebelde para quienes se oponían al servicio militar y no ser enviados a Vietnam y Argelia. Escribió para los cantantes más conocidos de Suecia como, Ulla Sjöbloms, Lill-Babs, Jan Malmsjö, Cornelis Vreeswijk, Arja Saionmaa, entre otros. Traduce tangos clásicos como, Yira Yira, al sueco.

Su lema era que todo tipo de cultura tiene el mismo valor.

Debutó como poeta con Ryttaren (El jinete, 1949), obra enmarcada dentro de la década, influenciado por la guerra mundial, convirtiendo a la angustia y al pesimismo en concepto clave, tomando la línea ya trazada por las figuras que se destacan de este periodo, Erik Lindegren y Karl Vennberg.

Luego escribe Narren (El Bufón, 1952), agregando a su visión trágica de la vida que acompañó su libro anterior, un cierto humor e ironía, una manera de ser bufón de su existencia.

Sus escritos polémicos le creo muchos enemigos dentro de la elite cultural sueca, como cuando tuvo la osadía de escribir un artículo en la revista literaria de la editorial Bonnier , BLM, en el cual afirmaba que Evert Taube fue el gran poeta sueco aún no reconocido, lo que le valió que el integrante de la Academia Sueca, Lindegren le tirara un vaso de whisky en la cara. Con seguridad Forssel había sido influenciado, cuando escribió el artículo, por el estilo provinciano de las poesías de Pound de quien acababa de traducir, Cantos. Vale agregar que la aparición de las traducciones de Pound originó un debate en la prensa sueca porque el escritor estadounidense, había sido condenado en Italia por su adhesión al fascismo.

Será su libro Telegam (Telegramas, 1957) con la que se acerca al lector de una manera sencilla abandonado el periodo trágico de su escritura.

En 1973 escribe, Sommaren som aldrig säger nej (El verano que nunca dice no), con música de Monica Dominique, causa admiración al público en general y la canción gana el festival de melódico sueco para ser representado en Eurovisión interpretado por el grupo Malta, si añadimos que tal festival era vapuleado por los sectores de izquierda en esos años, estamos ante un escritor que se juega con lo que piensa como correcto.

Entre otros títulos se destaca, En kärleksdikt (Un poema de amor, 1960), Don Quixotes drömmar ( Los sueños de Don Quijote, 1960), Röster (Voces, 1964), Ändå (A pesar de todo, 1968), Samtal vid Ganges, (Conversaciones junto al Ganges, 1967).

A los finales de la década de los 70, Forsell colaboró con sus textos para un show de Barbro Svensson (Lill-Babs) que tuvo una respuesta positiva del público y de la crítica.

Fue un hombre comprometido con los acontecimientos de la época, acompaña a una gran parte del pueblo sueco alzando su voz contra la invasión de Estados Unidos en Vietnam.

Su próxima incursión será la opera, en el año 1979, presenta con música del compositor Hans Gefors, Poeten och glasmästaren y en 1986 Christina, basada en la vida la Christina Alejandra, reina de Suecia, una de las piezas más conmovedoras presentadas en La Opera Real de Estocolmo.

Lars Forssell tuvo una visión cosmopolita de su escritura inspirándose en la poesía inglesa y en la tradición de la canción popular francesa, el empleo de la ironía y el humor son herramientas para distanciarse del sentimentalismo y vigorizar su protesta por el vacío de nuestra existencia. Su poesía desnuda sin la sensación de poética es un drama constante de un tema esencial de nuestro comportamiento humano, el miedo y la imposibilidad de llenar nuestras carencias con amor.

29 de abril de 2008

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